miércoles, 10 de diciembre de 2014

13 señales de que estás desperdiciando tu vida, pero no puedes admitirlo


1. Pasas demasiado tiempo haciendo cosas que no deberías estar haciendo
Videojuegos. Televisión. Navegar por la red. Llenarte con mucha comida. Beber demasiado. Y la lista continúa. Toma una mirada seria de tu vida ¿Dónde pasas la mayoría de tu tiempo? ¿Cómo te sirve? ¿Te lleva a una vida mejor? ¿Estás sentando las bases para un futuro brillante? Si no es así, necesitas volver a evaluar tus actividades de rutina y realizar cambios.

2. Te quejas mucho
Conozco personas que están constantemente abrumadas con la vida ¿Eres una de ellas? ¿Te quejas sobre tu trabajo, tu jefe, tu sueldo, tus vecinos o tu cónyuge? Si lo haces, entonces no estás haciendo más que exhalando energía negativa. Esto no cambia las cosas, sino que te mantiene pegado. Cambia tus pensamientos y habla de lo que aprecias de tu vida, no de lo que no te gusta.

3. No alimentas tu mente
Si no estás en continuo crecimiento y aprendizaje como persona, entonces estás estancado como un estanque que no se mueve y crece musgo verde en él. Eso es lo que hace tu mente si no la mantienes activa y aprendes cosas nuevas. Los desafíos positivos van a ampliar tu mente, no lo hagas al revés.

4. Tienes una gran cantidad de auto-conversación negativa
El diálogo interior puede hacer o romper tu vida. Como Henry Ford dijo: “Tanto si piensas que puedes o piensas que no puedes… De cualquier manera, tienes razón“. Si te dices a ti mismo que no eres lo suficientemente inteligente como para conseguir la promoción o iniciar un negocio, entonces estás en lo correcto. Si te dices a ti mismo que estás demasiado cansado como para poner esfuerzo en cambiar tu vida, entonces también tienes razón. Lo que te dices a ti mismo se convierte en tu realidad, así que vigila de cerca lo que te repites, porque encontrarás que tu vida coincide con tus pensamiento.

5. No te sientes inspirado
¿Tiene una pasión por algo? Conozco a un montón de personas que piensan que no tienen ninguna, pero eso nunca es el caso. Tiene que haber algo que te guste hacer, así que re-descubre lo que te excita y haz más de eso.

6. No te planificas para el futuro
Aunque siempre es genial vivir en el “ahora” y “estar en el momento”, a veces hay que mirar hacia adelante para ver a dónde quieres ir. Si no tienes una meta o un plan, entonces eres como un barco que está vagando sin rumbo por el océano con la esperanza de llegar a un lugar bueno. Pero no se puede hacer eso. Tienes que hacer una guía paso a paso para llegar a donde quieres ir. Al igual que un mapa te lleva a un destino, necesitas tu propio GPS interno para guiarte.

7. Pasas demasiado tiempo con personas que no contribuyen a tu crecimiento
Es fácil quedarse atrapado saliendo con individuos que no te hacen sentir una mejor persona. Si sigues así, te quedarás estancado o te derrumbarás con ellos. Me gusta llamarlos “vampiros de energía”. Ellos chupan tu vida y no te dan nada positivo a cambio. En su lugar, anda a buscar personas orientadas al crecimiento para tener a tu lado.

8. Eres adicto a tu teléfono
Sin duda, son aparatos muy interesantes que nos pueden dejar en trance cuando los usamos. Mientras que eso es divertido, piensa en todo el tiempo que estás perdiendo en él. Lo que es peor, piensa en todas las relaciones que pudieran resultar afectadas. Tal vez estás enviando mensajes de texto o navegando en Internet, mientras estás cenando con tu cónyuge o hijos. Si es así, estás perdiendo un tiempo significativo que puedes pasar con tus seres queridos o tiempo que podrías dedicar para planear para tu futuro.

9. Gastas dinero en cosas que no importan
Hay una diferencia entre una “necesidad” y un “deseo”. Estoy seguro de que todos aprendimos eso en los primeros años de escuela. Sin embargo, actualmente hemos borrado un poco la línea que los separa. De hecho, sé que hay gente que no puede pagar su hipoteca, pero aún así tienen los aparatos más elegantes del planeta. Si te detienes a pensar en ello, es muy poco lo que realmente necesitamos. Alimentos, agua, refugio y amor son algunas de esas cosas. Todo el resto son sólo bonificaciones, así que mira en qué estás gastando tu dinero y analiza si se pueden hacer ajustes. Tal vez puedes usar el dinero que ahorres para invertir en tu futuro.

10. No duermes lo suficiente
Yo no soy médico, pero he leído suficientes libros para saber la importancia vital del sueño. Es esencial para la buena salud. Si estás demasiado ocupado para dormir lo suficiente o si simplemente tienes la mala costumbre de quedarte despierto hasta altas horas de la madrugada, deberías volver a evaluar tus hábitos.

11. No estás cuidando a tu cuerpo
No sólo el sueño es esencial para tu salud, también lo es la comida y el ejercicio. Sé que no estoy diciendo nada que no sepas ya, pero comer una dieta equilibrada, sana y mover el cuerpo realmente tiene más efectos positivos aparte de la pérdida de peso. Afecta tu actitud mental y el bienestar general. Revisa tu dieta y nivel de actividad, podrías encontrar que hacer unos pequeños cambios mejorará considerablemente tu vida.

12. No dejas tu zona de confort
Yo sé lo fácil que es vivir cómodamente. De hecho, cuando voy a un restaurante familiar, siempre pido lo mismo. No porque tenga miedo de intentar algo nuevo, sino porque me gusta la comida que normalmente ordeno. Pero ese no es el tipo de zona de confort a la que me refiero, sino que hablo de tomar un riesgo que va a mejorar tu vida. Y ten en cuenta, hay una diferencia entre un “riesgo” y un “riesgo calculado”. Cualquiera tiene la posibilidad de ser mortal, pero el segundo es uno en el que se han analizado todas las opciones y se llega a un plan de acción razonable.

13. Estás viviendo una vida que no te gusta
La forma en que yo mido el éxito de alguien es a través de su nivel de felicidad. Si no eres feliz, debes cambiar algo ¡La vida debe ser muy emocionante! Si no la estás disfrutando, échale un vistazo a algunos de los cambios que puedes hacer para llegar a un lugar mejor.

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