miércoles, 10 de diciembre de 2014

5 consejos para dejar de vivir de sueldo en sueldo

Si su salario llega a cero a fin de mes porque se diluye entre gastos y el pago de deudas, aprenda en esta nota cómo dejar de vivir con lo justo y acumular un colchón de ahorros para cuando más lo necesite.
Vivir de sueldo en sueldo es una práctica muy común pero poco saludable en términos financieros. Si con frecuencia se ve en la necesidad de tomar dinero prestado de amigos o familiares, pedir adelantos en efectivo o usar tarjetas de crédito para cubrir sus gastos hasta que llegue su próximo día de pago, entonces es el momento de cambiar la forma en que administra su dinero.
MarketWatch, el sitio especializado en el manejo de finanzas personales, elabroró una serie consejos que rompen con este círculo financiero que va de gasto en gasto. A continuación, le hacemos un resumen de ellos:
Haga de cuenta que sus ingresos son menores a los reales

El primer paso para dejar de vivir de cheque en cheque es comprometerse a vivir con menos de lo que gana, de esta forma siempre tendrá algo de dinero extra para destinar al ahorro.
Comience con algo pequeño, como el 5% de su salario, y luego vaya aumentando el porcentaje. Pero tenga siempre en cuenta que sea un número realista y factible de alcanzar. No sirve de nada que guarde un 20% si a mitad de mes va a recurrir a él.
Una vez que empiece a tener dinero de sobra en su cuenta cada mes, se sentirá más aliviado.

Elabore un presupuesto
Es importante saber en qué gasta su dinero. Para ello, es recomendable empezar por crear un presupuesto. Google Docs es una aplicación gratuita que le permite crear una hoja de cálculo y compartirla, por ejemplo, con miembros de su familia para organizar todos los gastos comunes.
También puede utilizar una simple hoja de cálculo en Excel, o herramientas más sofisticadas como las que ofrecen Mint o Ready for Zero.

Cree un fondo de emergencia
Luego de elaborar el presupuesto, divida sus gastos en discrecionales y no discrecionales. Los últimos incluyen el alquiler o el pago de la hipoteca, alimentos, facturas de servicios públicos y pagos de seguros. Y los primeros representan los gastos relacionados al entretenimiento, ropa o salidas a comer.
Una vez que los haya dividido, de un modo realista y sin desanimarse, empiece a recortar sus gastos discrecionales. Con lo que ahorre cada mes puede empezar a crear un fondo de emergencia. El dinero que reserve le servirá para pagar sus obligaciones en caso de que surja algún imprevisto.

Cambie sus hábitos
Si ya redujo sus gastos discrecionales al máximo y todavía no consigue la manera de ahorrar algo de dinero, es hora de probar un cambio en su estilo de vida.
Según MarketWatch, esto puede significar mudarse a un lugar más barato, reemplazar el gimnasio por otra actividad gratuita como correr en un parque para ahorrarse la cuota, o también cambiar el auto por otro que tenga mejor rendimiento de combustible.

Pague las deudas
No controlar su economía personal o familiar puede convertirse en un grave problema que lleva a situaciones insostenibles que afectan su bienestar y tranquilidad. Por eso, si las deudas lo ahogan y consumen gran parte de su salario, es momento de afrontarlas y comprometerse a salir de ellas de inmediato.
La clave está en cumplir con cada una de sus obligaciones antes de pasar a la siguiente. Primero salga de las de las tarjetas de crédito, lo más rápido posible. Luego continúe con saldar los préstamos para la universidad, para luego seguir con las de auto o vivienda.

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