sábado, 11 de julio de 2020

REFLEXIONES - por Alejandra Ruth Matutti


A ver si sobrevivo al día del amigo. Que depre que me da. Voy morir virgen. Nunca un día del amigo o una fiesta que no tenga que aguantar parientes aburridos que hablan de problemas. Ni fiesta de 15, casamiento, eso no lo conozco.
Suelen ser bastante difíciles y deprimentes las fiestas.
Sobre todo cuando los que creía que eran amigos me dicen que las van a pasar con sus amigos. ¿Y yo que soy? ¿una maceta? para aguantar gente así mejor me quedo sola. Obvio que no les hablo más.
No tiene explicación. Todo parece que va bien y después me salen con cosas así. Desde chica también y era una campanita. No siempre fui tan amargada y pesimista.
Y aparte todo en mi entorno familiar está bien ahora.
Algo hice bien y pude revertir las cosas pero pasó demasiado tiempo y no me alcanza. A lo mejor hace unos años si me habría hecho feliz.
Aunque ahora me vienen rogando perdón y se preocupan por mí. Cuando estuve en las malas me dejaron a mi suerte.
Hay muchos que les caigo bien y otros no. Me duelen ciertas actitudes, no creo tener mala onda con nadie. Siempre me estoy observando y criticando a ver en donde fallo. Yo soy mi principal detractor. Lo que te cuento es de mi pasado, ahora en este momento mi vida está muy tranquila en todo sentido.
Debés pensar que me pasan estas cosas porque soy mal llevada. No soy causante o culpable de todo. El otro también pone lo suyo.Todas las relaciones son 50 y 50.
Así que ya no me estreso si no me aceptan. El otro es una entidad aparte que hace lo que quiere.
Estoy en una altura de la vida que no me tengo que esforzar en caer bien. Solamente tengo que ser yo.
Y para mí los que pueden preveer como el otro pueda reaccionar o decir son genios.
Aprendí un poco tarde a darme cuenta de ciertas cosas.
No me estoy quejando de todo, algunas cosas me desconciertan mucho.
Todo es relativo. Ser simpático no tiene nada que ver con ser buena persona. La mayoría de las veces uno se proyecta en el otro, ese otro se transforma en un espejo que refleja partes de uno que no quiere ver o aceptar. Hay relajarse y reconciliarse con uno mismo y eso se va a reflejar en los demás.
Por eso pude cambiar todo a mi alrededor. Tengo lo que quería pero no me alcanza. No es lo quiero ahora.
No me alcanza con que se hayan venido como perro arrepentido después de años de borrarse y lavarse las manos. No creo en gente que me defraudó. Yo estuve siempre para los otros. Di más de lo que recibí.
Hice lo que requería la situación en el momento. Ni más ni menos, lo necesario. Nadie puede decir lo contrario. Pero para la próxima vez que las papas quemen yo no voy a estar ahí. Pago con lo que me pagan. Estoy en paz con mi conciencia porque cumplí. Que los otros se arreglen con la suya.
Eso pasa cuando uno tiene integridad. Así de simple.