jueves, 18 de abril de 2019

Soy lo que soy

No soy de esas mujeres que tiene miles de me gusta en sus fotos. No soy de esas que siempre están bien vestidas o bien peinadas. No siempre tengo buen humor, en ocasiones me enfado fácil, me ilusionó rápido.
A veces tengo problemas para expresar todo lo que siento. Es muy fácil hacerme daño, soy bastante sensible, odio que me mientan, y a veces soy muy celosa, eso es lo que soy y estoy muy orgullosa de mí misma.


Enamórate

Cuando te vuelvas a enamorar, enamórate de alguien que quiera saber cosas tan simples como tu color favorito o la forma en la que tomas el café. Tu canción preferida o lo que te gusta para desayunar.
Enamórate de alguien que ame la forma en que te ríes y haga todo lo posible por oírte hacerlo. Enamórate de alguien que simplemente guste de recargar su cabeza en tu pecho para oír tu corazón latir.
Enamórate de alguien que te bese en público y te tome de la mano sintiéndose orgulloso de hacerlo frente al mundo. Enamórate de alguien que te haga cuestionarte por qué estabas tan temerosa de enamorarte antes. Enamórate de alguien que aunque sabe que no eres perfecta, te trate como si lo fueras.
Enamórate de alguien que te haga sentir la única en su vida; ese con quien quieres empezar y terminar cada uno de tus días.
Pero lo más importante, enamórate de alguien que cuide tu corazón hoy, mañana y todos los días que se quieran y se puedan regalar.



domingo, 14 de abril de 2019

Perfil del maltratador psicológico: 21 rasgos en común

¿Cómo es la mente del maltratador psicológico y qué le puede llevar a ser así?
por Juan Armando Corbin

Desafortunadamente, el maltrato es una fenómeno que puede ocurrir en las relaciones interpersonales, ya sea de pareja, familiar o entre compañeros de la escuela (bullying) o de trabajo (mobbing).
Una forma muy común, y que es menos visible que el maltrato físico, es el maltrato emocional. En este artículo repasaremos las características de un maltratador psicológico.
El maltrato psicológico provoca serios problemas mentales para la víctima
Y es que el maltrato psicológico puede ser silencioso en ocasiones, sin embargo, es devastador para la persona que lo sufre. La baja autoestima puede ser tanto una causa como una consecuencia de que este fenómeno se manifieste, pero, además, la persona que es víctima del maltrato emocional suele sufrir problemas serios, como estrés, ansiedad, depresión e incluso adicción a sustancias psicoactivas.
Pero, ¿cómo son las personas maltratadoras? ¿Qué características presentan? A continuación puedes encontrar una lista con los rasgos o hábitos más habituales del maltratador.

1. Son intolerantes
Las personas intolerantes no respetan las opiniones, actitudes o comportamientos de los demás. Son personas llenas de prejuicios. Esto provoca que reaccionen de forma agresiva, resentida y poco educada, ya que consideran que no hay motivo para evitar que impere su propia voluntad. Suelen ser sexistas.

2. Son encantadoras al principio
Pero estas personas no se muestran intolerantes al principio, sino que son encantadoras en las fases iniciales de la relación. Saben cómo comportarse, y su verdadero “yo” puede tardar un tiempo en aparecer. A medida que la confianza con la otra persona se incrementa, entonces muestran el comportamiento destructivo.

3. Son autoritarias
Los maltratadores son autoritarios porque se caracterizan por poseer rasgos antidemocráticos e intransigentes. Son amantes del orden, pero desde un punto de vista subjetivo, es decir, en base a su criterio personal. Da igual si tienen razón o no, porque si no les obedeces montan en cólera.

4. Son psicológicamente rígidas
Estos individuos tienen un pensamiento rígido y persiguen una única verdad, la suya. No son personas que dialoguen y que busquen consenso, sino que temen ceder a las opiniones de los demás, porque consideran que solo ellos tienen razón. Todo lo que no encaje con su pensamiento está mal, y así garantizan que la única verdad existente es la suya.
Por otro lado, estas personas tienden a pensara partir de categorías relativamente rígidas y estancas, lo cual facilita que empaticen poco con los demás, incluso cuando hay motivos para ello.

5. Presentan pensamiento dicotómico
Al ser personas psicológicamente rígidas, para ellos todo está bien o está mal. No hay término medio. En otras palabras, o todo es blanco o todo es negro. Esto ocurre porque, generalmente, los maltratadores han crecido en familias que les han tratado así.

6. Son chantajistas
Este tipo de personas se comportan siempre de acuerdo con sus intereses y culpabilizan, incomodan y provocan miedo a la víctima del chantaje. Suelen hacer que la víctima se sienta culpable por cosas que ni siquiera ha hecho o cosas que ha hecho pero que no necesariamente están mal.

7. No hacen autocrítica
Como son personas psicológicamente rígidas y creen que solo hay una verdad, no saben encajar las críticas. Esto ocurre porque cualquier crítica es percibida como un atraque a su identidad y a su manera de interpretar la realidad, no se plantean la posibilidad de que pueda ser una aportación constructiva.
Las víctimas de sus maltratos pagan su falta de habilidades sociales y su sensación de fracaso, convirtiéndose en su chivo expiatorio. Además, por supuesto, los maltratadores psicológicos no hacen autocrítica, o por lo menos no de forma sistemática y a no ser que se topen con una experiencia que les obliga a dar un cambio radical a su manera de ver las cosas.

8. En cambio, critican
A pesar de que estas personas no hacen autocrítica, sí que critican a los demás con gran facilidad. Buscan los defectos de la otra persona y les machacan emocionalmente con su debilidad, e incluso se inventan una debilidad para hacer que la víctima se sienta mal. No es crítica constructiva, sino una acción orientada a hacer que alguien se sienta mal para disfrutar con su reacción o para someterla.

9. Cambian de humor en segundos
Los cambios de humor son frecuentes en este tipo de personas, que pasan de un estado agradable al enfado o la ira en cuestión de segundos. Por tanto, pueden vivir en dos extremos, de ser encantadores pasar a ser personas horribles.

10. Se sienten ofendidas con facilidad
Estos cambios de humor se deben muchas veces a su hipersensibilidad y a que suelen sentirse ofendidas con facilidad. Ya se ha dicho que si algo no encaja con su verdad, entonces está mal.

11. Desconectan a la víctima
El aislamiento de de la víctima de su familia y los amigos es uno de los objetivos por las que el abusador obliga a la víctima a sumisión total. Su idea es que la víctima se sienta amenazada y tenga miedo a hablar con otras personas.

12. Son crueles e insensibles
Este tipo de personas no solo maltratan psicológicamente a sus parejas, sino que suelen extender este tipo de comportamientos, por ejemplo, con sus hijos e incluso pueden infundir daño físico a mascotas. Son personas crueles e insensibles.

13. No se arrepienten
Son personas que no se arrepienten de lo que hacen, y tal como se explica en el punto anterior suelen tener este tipo de conductas con otras personas. Es por ello, entre otras cosas, que se trata de un perfil psicológicoon que conviene mantener lejos, ya que ni siquiera existe la posibilidad de que recapaciten demasiado.

14. Hacen falsas promesas
Aunque pueden parecer arrepentidas a veces, estos individuos tienden a realizar falsas promesas. Son expertas en pedir perdón pero, en realidad, no se arrepienten. Su voy a cambiar no tiene ningún valor, porque a la mínima actúan igual.

15. Son controladoras
Son personas que tienen la necesidad de sentirse superiores y controlar a los demás. Aunque son personas inseguras y tienen miedo a ser desenmascarados, el control se convierte en su alidado. Esta es la manera de tener todo bien atado, para que no se escape nada de sus manos.

16. No tienen control emocional
Pese a querer controlar a los demás, no tienen control emocional. De hecho, muchos son personas totalmente analfabetas a nivel emocional. Por eso se comportan de manera impulsiva, sin reflexionar sobre su vida interior.

17. No se detienen
Al no tener una gran capacidad de reflexión, son personas que no se detienen por nada, para ellos el fin justifica los medios. Son personas que incluso pueden actuar sigilosamente en lugares públicos, convirtiendo la vida de la víctima en un auténtico calvario.

18. Son seductoras
Al ser personas encantadoras al principio suelen conquistar a su víctima. De hecho, son personas que seducen con facilidad y que poseen una gran capacidad de seducción.

19. Son mentirosas
Evidentemente, las personas manipuladoras no son personas honestas. Esto les convierte en mentirosos expertos, que suelta una mentira tras otra. De hecho, raramente dicen la verdad, porque siempre están pendientes de herir a la otra persona.

20. Se hacen la víctima
Como siempre están culpando a la otra persona, suelen adoptar el rol de víctima para justificar sus acciones. Por ejemplo, pronunciando frases como “no me quieres, porque siempre estás más pendiente de tus amigas”. La acciones de daño psicológico son continuas, pero no necesariamente tienen que ser directas. Algunas vienen enmascaradas del falso victimismo.

21. Baja empatía
Las personas maltratadoras no son empáticas. ¿Qué quiere decir esto? Pues que no reconocen las emociones de los demás ni conectan con ellas. Esto permite que puedan hacer a la víctima sufrir sin tener ningún tipo de resentimiento.


sábado, 13 de abril de 2019

Siete estrategias para convertir el trauma en fuerza

Qué es el crecimiento postraumático? 
“Crecimiento postraumático”, un término acuñado por los psicólogos de la Universidad de Carolina del Norte Richard Tedeschi y Lawrence Calhoun, describe los sorprendentes beneficios que muchos sobrevivientes descubren en el proceso de curación de un evento traumático. Después de asesorar a los padres afligidos, a las personas que habían perdido el amor de sus vidas o que se lesionaron gravemente, a los sobrevivientes de cáncer, a los veteranos y a los prisioneros, los investigadores encontraron un crecimiento en cinco áreas principales: fortaleza personal, relaciones más profundas con los demás, nuevas perspectivas sobre la vida, apreciación De la vida, y de la espiritualidad. El trastorno por estrés postraumático recibe más atención, pero el crecimiento postraumático es mucho más común. Tedeschi descubrió que hasta el 90 por ciento de los sobrevivientes de todos los ámbitos de la vida reportan al menos un aspecto del crecimiento. “Pero es importante dejar claro que no todos experimentan un crecimiento, y no estamos dando a entender que los eventos traumáticos son algo bueno”, subraya Tedeschi. “Ellos no son. A raíz del trauma , las personas se vuelven más conscientes de la inutilidad de la vida, y eso perturba a algunos mientras enfoca a otros. Esta es la paradoja del crecimiento: las personas se vuelven más vulnerables y más fuertes “. Crecimiento postraumáticoLa cirujana del ejército Rhonda Cornum experimentó un crecimiento personal después de su trauma. Tedeschi estima que la mayoría de nosotros, casi el 90 por ciento, según sus cálculos, experimentaremos uno o más eventos traumáticos durante nuestras vidas. Por ejemplo, 1.6 millones de personas son diagnosticadas con cáncer cada año. Cerca de 3 millones de estadounidenses están lesionados o discapacitados en accidentes de tráfico. Muchas mujeres han experimentado agresión sexual. Aunque la mayoría de las personas sufrirán estrés postraumático como consecuencia de un trauma, pocas desarrollarán el trastorno en toda regla, e incluso de ellas, la mayoría se curará con terapia y tiempo. 
Tedeschi rechaza la designación “desorden” debido al estigma que conlleva el término. “Cuando alguien choca su auto contra una pared a 60 millas por hora, tendrán muchos huesos rotos. ¿Decimos que tienen un trastorno óseo roto? Tienen una lesión. Lo mismo con los sobrevivientes de trauma; han sido heridos Psicológicamente herido, tal vez moralmente herido “. Los psiquiatras y los psicólogos se han centrado en el impacto negativo del trauma; después de todo, están entrenados para rastrear los síntomas, lo que está mal. Pero este modelo de déficit afecta negativamente a los sobrevivientes. Muchos sobrevivientes de traumas simplemente asumen que están dañados para siempre. En realidad, aunque es probable que llevemos un evento traumático para siempre, en nuestras mentes y cuerpos, podemos curarnos e incluso prosperar. Entrenamiento de resiliencia Cornum está convencido de que la resiliencia es como un músculo que se fortalece cuando se hace ejercicio y se atrofia cuando se descuida. Junto con especialistas, inició un entrenamiento integral de resiliencia que llevó a cabo su primer programa piloto en 2009. Cada soldado del Ejército de EE. UU. Ahora participa en el programa de $ 160 millones, que ha demostrado reducir significativamente el abuso de sustancias y aumentar el optimismo, las buenas habilidades de afrontamiento y la capacidad de adaptación. , y la fuerza del personaje. El entrenamiento es tan exitoso que los psicólogos están convencidos de que puede ayudar no solo a los soldados sino también a personas de todos los ámbitos de la vida. El trauma es una experiencia común.La mayoría de nosotros experimentará uno o más eventos traumáticos. Aquí hay estrategias que los psicólogos de traumas han encontrado particularmente útiles para convertir la lucha en fuerza:
1. Atención plena:
 En el campamento de entrenamiento para la resiliencia en Filadelfia, los soldados comienzan cada día con meditación consciente y ejercicios de respiración. Debido a que los tratamientos para el trastorno de estrés postraumático más comunes (medicación y psicoterapia) solo funcionan para aproximadamente la mitad de los sobrevivientes, el ejército está experimentando con métodos alternativos, y la meditación ha demostrado ser una de las más prometedoras. La neurobióloga de Harvard, Sara Lazar, ha demostrado que “la meditación puede literalmente cambiar tu cerebro “. En realidad, puede reducir la amígdala, el “centro del miedo” en nuestro cerebro que podría agrandarse después de un trauma y desencadenar flashbacks de ansiedad y pánico. 
2. Vulnerabilidad
 El crecimiento postraumático no es lo opuesto al estrés postraumático. Más bien, el estrés es el motor que alimenta el crecimiento. Antes de que podamos superar el sufrimiento, tenemos que pasar por él. Cubrir una herida cruda con una cara sonriente Band-Aid no disminuye el dolor. Tampoco el sufrimiento en silencio, lo que solo aumenta el riesgo de trastorno de estrés postraumático. En cambio, el crecimiento surge de reconocer las heridas y permitir la vulnerabilidad . Una parte importante de la capacitación consiste en enseñar a los sobrevivientes a comunicarse abiertamente, admitir temores y buscar ayuda. También en soyespiritual.com: 5 reglas de oro en la vida amorosa que deberías seguir 
3. La autocompasión 
La vergüenza , la culpa y la culpa son muy comunes después de un trauma. Las prácticas de autocompasión y bondad amorosa bajo la suave guía de un instructor experimentado e informado sobre el trauma pueden permitir a los sobrevivientes reconectarse con partes de ellos mismos que han sido heridas, a su propio ritmo. 
4. Encontrar el significado 
“Después del trauma, es importante reconocer que el sufrimiento mental ocurrirá”, instruye Tedeschi. “En cierto punto, y en conjunto con la angustia continua, un fundamento crucial del crecimiento postraumático es dar sentido y reflexionar sobre el trauma de uno”. Como el sobreviviente de Auschwitz, Viktor Frankl, se dio cuenta: “Aquellos que tienen un ‘por qué’ para vivir Puedo soportar casi cualquier ‘cómo’ ”. Entrenamiento de resilienciaEl entrenamiento de resiliencia enseña a los sobrevivientes de trauma a convertir la lucha en fuerza. 
5. Gratitud 
Una de las prácticas más efectivas para la resiliencia es mantener un diario de gratitud . El ejército lo llama ‘Cazar lo bueno’, pero el ejercicio es el mismo: notar tres cosas buenas cada día y reflexionar sobre ellas. Según estudios realizados en la Universidad de California en Davis, las personas agradecidas no solo informan que están más satisfechas, optimistas y contentas con sus vidas, sino que también tienen menos síntomas médicos, más energía e incluso duermen mejor. Además, cultivar la gratitud mejora nuestro estado de ánimo y nos hace más sociables y dispuestos a ayudar a los demás. 
6. Un enfoque holístico 
La Dra. Karen Reivich, codirectora del Proyecto de resiliencia de Penn, y su equipo enseñan 14 habilidades básicas, tales como el establecimiento de objetivos, la gestión de la energía, la resolución de problemas y la comunicación asertiva. “Cuando las personas dominan y utilizan estas habilidades en sus vidas, son más robustas frente al estrés, pueden enfrentar los problemas de manera más efectiva y tienen herramientas para poder mantener relaciones sólidas. Por lo tanto, el objetivo es mejorar el bienestar general y la capacidad de recuperación “, explica Reivich. 
7. Un esfuerzo de equipo 
“Nadie lo hace solo”, reconoció Maya Angelou, icono de los derechos civiles, años después de haber sido violada a la edad de 8 años. La resiliencia siempre es un esfuerzo de equipo. Avanzar después de una crisis depende no solo de los recursos del individuo y de su composición genética o educación, sino también de sus conexiones con las personas que los rodean y la calidad del apoyo. El mejor tipo de apoyo alienta a los sobrevivientes a concentrarse en su fuerza, pero no pasa por alto sus heridas. Nada es tan poderoso como saber que no estamos solos.