domingo, 2 de abril de 2017

Si no eliminas estos hábitos, la grasa abdominal nunca desaparecerá - CAMILA MENDOZA

Además de ser muy molesta, la grasa que se aloja en la zona de nuestro abdomen puede poner nuestra salud en riesgo. Es el tipo de grasa más peligroso porque se acumula alrededor de nuestros órganos y aumenta las probabilidades de padecer cardiopatías, diabetes, entre otros problemas de salud.
Es por eso que si queremos cuidar nuestro bienestar debemos asegurarnos de que la cantidad de grasa en esta zona del cuerpo no sea excesiva. Aunque reducir el porcentaje de grasa del abdomen no es una tarea fácil, tal vez quieras comenzar por eliminar estos hábitos de tu rutina...
Deja de tomarte las colaciones demasiado "en serio"
Si bien los nutricionistas recomiendan disfrutar de snacks entre comidas, eso no significa que tengas que estar todo el día comiendo y mucho menos alimentos poco saludables. Es importante no perder de vista que todo lo que comemos aporta determinada cantidad de calorías.
¿Nuestra recomendación? ¡Acude a tus frutas favoritas entre comidas!
No te olvides de los probióticos
La flora intestinal juega un papel muy importante en nuestro peso. Los probióticos como el yogur son muy efectivos para mantener la bacteria ''buena'' en equilibrio. A este respecto, un estudio concluyó que si hay un desbalance en la cantidad de cada tipo de bacteria, hay más riesgos de sufrir obesidad.
Deja de ser tan espontáneo con tu alimentación (sin planificación no hay paraíso)
Mantener una buena y ordenada planificación de nuestras comidas es la clave para cuidar nuestro peso. A fin de cuentas, ¿cuántos de nosotros cuando no teníamos comida en la heladera optamos por ordenar una ensalada? Pero si tienes un plan sobre qué comerás al día siguiente, reducirás el riesgo de tentarte con comida poco saludable.
¿Solo frituras?
Sí, se ven tan bien que a veces hasta sentimos que gritan desesperadamente nuestro nombre para entrar en nuestra boca. Pero a la hora de eliminar grasa abdominal, uno de tus peores enemigos serán los alimentos fritos. Esto se debe a que a través de su forma de cocción se recargan del peor tipo de grasa: la grasa trans que tiene efectos muy dañinos para el peso y la salud.
Por lo tanto, guarda la hamburguesa y las patatas fritas para cuando tengas un verdadero antojo y opta por un nutritivo plato de proteína y vegetales.
No transformes tus emociones en hambre
¿Quién no se ha encontrado a sí mismo comiendo un pedazo de pizza frío a la mitad de la noche? Esa es la más pura manifestación de comer por ansiedad y en algún momento de nuestras vidas todos hemos pasado por eso. Pues, en lugar de comer porque estás ansioso o triste, busca otras actividades para cambiar la forma en que te sientes; de seguro serán mucho más efectivas que comer cuando no lo necesitas.
No escatimes con los vegetales
En cada una de tus comidas es necesario que al menos la mitad o un cuarto de tu plato esté cubierto por vegetales. No solo son muy buenos y ricos en fibra, sino que evitarán que comas más de otros alimentos no tan saludables.
La forma en que piensas sobre las verduras cambiará si las cocinas con buenos condimentos.
¡No tanta soda!
Está más que comprobado que las sodas azucaradas están relacionadas con la obesidad debido al alto contenido de azúcar que poseen. Notarás una diferencia enorme una vez que reemplaces la botella de soda por una de agua.
Si eres de los que bebe soda de dieta, debes tener en cuenta que, a pesar de que no contiene calorías, su consumo no es demasiado beneficioso para la salud. ¡Este tipo de bebidas poseen muchísimos químicos que tu cuerpo no necesita!
¿Todo el día sobre una silla?
Por más normal que parezca, permanecer muchas horas sentado en tu escritorio no solo será muy nocivo para tu salud, sino que también hará que te sea mucho más difícil perder peso. Esto se debe a que la enzima que quema grasa comienza a ser menos activa.
Una corta caminata hasta el baño o a la máquina de café cada un par de horas puede marcar la diferencia.
Te salteas comidas
Ya lo has escuchado demasiadas veces pero no puedes evitarlo. Ya sea porque te la pasas en reuniones de trabajo y lo olvidas o porque piensas que es la mejor manera para perder peso, continúas salteando comidas durante el día. Pero si no te alimentas a lo largo del día no solo se enlentecerá tu metabolismo (lo que significa que quemarás menos calorías), sino que sufrirás un gran ataque de hambre que tendrá como consecuencia que tomes malas decisiones a la hora de elegir qué comer.
El café no es la solución
A pesar de que al otro día lo soluciones con dosis excesivas de cafeína, si no duermes lo suficiente tu salud puede verse muy afectada y tu objetivo en la pérdida de grasa abdominal, muy desfavorecida. Dormir menos de 7 horas puede alterar tu metabolismo y no te permitirá rendir al máximo al día siguiente.
Te ejercitas cada muerte de obispo
Además de la buena alimentación, el ejercicio de forma constante es clave la pérdida de grasa abdominal. Cuando nos ejercitamos, los músculos utilizan la energía en lugar de almacenarla en forma de grasa.
Para que sea suficiente, se recomienda realizar al menos 150 minutos de actividad aeróbica por semana.
Permites que la frustración te gane
Muchas personas se frustran porque a pesar de realizar esfuerzos inhumanos no logran eliminar la indeseada grasa abdominal. De todas formas, la peor manera de solucionarlo es regresar a los malos hábitos. Por lo tanto, si sientes que ya has hecho todo lo que tenías a tu alcance y aún así no ves resultados, la mejor opción será que consultes con un especialista a fin de detectar cuál es verdaderamente tu problema.
Siempre necesitas ''algo dulce'' (y calórico)
Si no estás dispuesto a reducir el consumo de los empalagosos postres que consumes cada noche es probable que nunca veas esa grasa abdominal abandonar tu cuerpo. A pesar de que son deliciosos, su elevado contenido de azúcar favorece el alojamiento de grasa en el abdomen. Si realmente necesitas comer algo dulce luego del almuerzo y cena, prueba sustituir los postres procesados por frutas.
Como ves, las razones por las que no estás perdiendo grasa abdominal pueden ser varias. Es muy importante tener en cuenta que cada cuerpo funciona diferente y que no todas las rutinas de ejercicio o tipos de alimentación son igual de efectivos para todas las personas.
Pero si identificas más de uno de estos hábitos en tu rutina y sientes dificultad para reducir la cantidad de grasa abdominal, tal vez esa sea la respuesta.
¡Tú puedes cambiarlo!

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