Lo que importa es el triunfo final; las ganancias y pérdidas que se producen en el camino tienen escasa importancia. Es la victoria final en la vida la que cuenta, y es esa la razón de nuestra práctica budista. No importa cuán llena de poder o de fama pueda ser una persona, afirma Nichiren; desde el punto de vista del budismo, todo no es más que un sueño, un placer ilusorio; la verdadera felicidad solo se puede alcanzar al revelar el estado de la Budeidad dentro de la propia vida de cada uno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario