No es que haya mujeres fuertes y otras que no lo son. Nuestra fortaleza emocional se construye paso a paso y diariamente. Quizás, un día te diste cuenta que algo en vos había cambiado y no supiste bien qué era. No siempre tomamos conciencia de ese GRAN poder que llevamos dentro.
¿En qué momento te volviste resistente a todo? Estas 7 señales son CLAVES para entender tu revolución interior.
#1 Ya NADA te detiene
Por más difíciles que parezcan, aprendiste que con confianza en vos misma, tus objetivos siempre son realizables. Sabés que no hay atajos, pero que si realmente te lo proponés, TODO llega. ¿Tu receta? Afrontar las adversidades con optimismo y no dejar que nada te detenga.
#2 Sos vos misma como respuesta a todo
Todas perdimos mucho tiempo cumpliendo expectativas ajenas, ¡pero qué liberador fue hacer ESE click, ese momento en el que dijimos BASTA! Seguramente, no fue fácil, pero ese día nos sentimos más seguras de nosotras mismas.
Reconocer que hay miles de opiniones y que no siempre es posible estar de acuerdo (aunque las respetemos), que no tenemos por qué caerle bien a todo el mundo ni la necesidad de demostrar nada, sino simplemente mostrarnos como somos, es un paso enorme.
#3 Atacás los problema desde la raíz
Evitar los problemas no es una opción para vos, sabés que de esa manera, solo se acumulan. Ante un conflicto, tratás de mantener la calma y de encararlo desde las causas que le dieron lugar. ¡Aplausos! Las mujeres como vos están listas para enfrentar lo que sea.
#4 ¡Chau a lo que no suma!
Dejar atrás lo que no nos hace bien, es crecer. Con el tiempo, lograste identificar a aquellas personas que te hacían daño, así como todos esos obstáculos que te impedían avanzar. Aprendiste la importancia de SOLTAR, para dejar entrar cosas nuevas a tu vida.
#5 Disfrutás de estar sola
La soledad no es un problema, al contrario, es una oportunidad para encontrarte con vos misma. ¿Quiere decir que no te gusta estar acompañada? ¡Para nada! Simplemente, que no dependés de nadie para estar bien o para sentirte completa.
#6 ¿Vergüenza? ¿Qué es eso?
Ser una mujer fuerte no significa ocultar tus sentimientos o dejar de arrepentirte por miedo a demostrar debilidad. Es llorar, pedir disculpas, demostrar amor y saber pedir ayuda cuando es necesario, sin avergonzarte por ello.
#7 ¡Podés con todo!
¿Escuchaste hablar de que las mujeres somos "multitasking"? Es decir, que tenemos la habilidad de realizar más de una tarea al mismo tiempo con gran efectividad y eficacia. Seguro, sos profesional, te capacitás constantemente, vas a la oficina, volvés a casa, ayudás a tus hijos con las tareas del cole, te preparás para el gym... Podés armar la lista con las actividades que vos quieras y vas a notar que son MUCHÍSIMAS.
Mails, calls a distancia y una agenda virtual muy, pero muy apretada. La tecnología te ayuda a organizarte y a poder hacer más cosas en menos tiempo. Por eso, necesitás que sea FUERTE, tan fuerte como vos.
¿En qué momento te volviste resistente a todo? Estas 7 señales son CLAVES para entender tu revolución interior.
#1 Ya NADA te detiene
Por más difíciles que parezcan, aprendiste que con confianza en vos misma, tus objetivos siempre son realizables. Sabés que no hay atajos, pero que si realmente te lo proponés, TODO llega. ¿Tu receta? Afrontar las adversidades con optimismo y no dejar que nada te detenga.
#2 Sos vos misma como respuesta a todo
Todas perdimos mucho tiempo cumpliendo expectativas ajenas, ¡pero qué liberador fue hacer ESE click, ese momento en el que dijimos BASTA! Seguramente, no fue fácil, pero ese día nos sentimos más seguras de nosotras mismas.
Reconocer que hay miles de opiniones y que no siempre es posible estar de acuerdo (aunque las respetemos), que no tenemos por qué caerle bien a todo el mundo ni la necesidad de demostrar nada, sino simplemente mostrarnos como somos, es un paso enorme.
#3 Atacás los problema desde la raíz
Evitar los problemas no es una opción para vos, sabés que de esa manera, solo se acumulan. Ante un conflicto, tratás de mantener la calma y de encararlo desde las causas que le dieron lugar. ¡Aplausos! Las mujeres como vos están listas para enfrentar lo que sea.
#4 ¡Chau a lo que no suma!
Dejar atrás lo que no nos hace bien, es crecer. Con el tiempo, lograste identificar a aquellas personas que te hacían daño, así como todos esos obstáculos que te impedían avanzar. Aprendiste la importancia de SOLTAR, para dejar entrar cosas nuevas a tu vida.
#5 Disfrutás de estar sola
La soledad no es un problema, al contrario, es una oportunidad para encontrarte con vos misma. ¿Quiere decir que no te gusta estar acompañada? ¡Para nada! Simplemente, que no dependés de nadie para estar bien o para sentirte completa.
#6 ¿Vergüenza? ¿Qué es eso?
Ser una mujer fuerte no significa ocultar tus sentimientos o dejar de arrepentirte por miedo a demostrar debilidad. Es llorar, pedir disculpas, demostrar amor y saber pedir ayuda cuando es necesario, sin avergonzarte por ello.
#7 ¡Podés con todo!
¿Escuchaste hablar de que las mujeres somos "multitasking"? Es decir, que tenemos la habilidad de realizar más de una tarea al mismo tiempo con gran efectividad y eficacia. Seguro, sos profesional, te capacitás constantemente, vas a la oficina, volvés a casa, ayudás a tus hijos con las tareas del cole, te preparás para el gym... Podés armar la lista con las actividades que vos quieras y vas a notar que son MUCHÍSIMAS.
Mails, calls a distancia y una agenda virtual muy, pero muy apretada. La tecnología te ayuda a organizarte y a poder hacer más cosas en menos tiempo. Por eso, necesitás que sea FUERTE, tan fuerte como vos.
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