domingo, 14 de diciembre de 2014

LA VERDADERA ESCLAVITUD ESTA EN LA MENTE.


"Un día, no se sabe bien porque, Diógenes terminó siendo ofrecido en venta junto con varios esclavos y aprovechó la ocasión para lanzar imprecaciones a los clientes. A un eventual comprador que examinaba la mercadería y le preguntaba a cada uno qué era lo que mejor sabía hacer, Diógenes le respondió con altivez e indiferencia: "Mandar a los hombres". Y, cómo para ayudar al mercader en su tarea, agregaba: "Anuncia pues: ¿alguien quiere procurarse un amo?. El carácter arrogante del sabio de Sínope debe de haber seducido a Xeníades-gloria de él-, quien adquirió la filosofía hecha hombre por un puñado de monedas. Las primeras palabras que dirigió Diógenes a su nuevo amo fueron un llamado de atención: "Tendrás que obedecerme aunque yo sea tu esclavo, porque aún siendo esclavos, un médico o un timonel deben hacerse obedecer"... Se sabe que envejeció en la casa de Xeníades y que habría sido enterrado junto a los hijos de su amo, a quienes les había enseñado el arte de bastarse a sí mismos" Michel Onfray ("Cinismos, Retrato de los filósofos llamados perros")

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